¿Por qué se cobra el envío de un pastel?

Para ser honesta, hoy en día muy pocas personas me hacen esta pregunta, porque la mayoría llegan a nosotros por recomendación o porque en algún lugar han probado nuestros pasteles y nos eligen en lugar de otras opciones más económicas. Sin embargo, hace ya varios años, cuando apenas comenzábamos muchas personas se sentían ofendidas cuando les mencionábamos que el envío tenía un costo, y que por supuesto también siempre está disponible la opción de recogerlo.

Plataformas de e-commerce enormes como lo son Mercado Libre, o Amazon, también cobran el envío, y dan algunos beneficios ya sea por un número determinado de artículos que se encuentran en una misma bodega, o por suscripción, lo cual distribuye el costo de envío entre todos los suscriptores, además de organizar tantas rutas y distribuidores en horario abierto como sea posible (incluso por la noche).

Aun tratándose de productos NO perecederos, éstas dos plataformas cobran envío, y si bien es un costo accesible, considera que los paquetes pueden ir uno sobre otro sin otro cuidado más que el que le corresponde al vendedor al elegir la caja, cartón, plástico, burbuja, o cualquier otro elemento que amortigüe el movimiento.  En la mayoría de los casos éstos productos NO perecederos llegan en buenas condiciones, y aunque algunas veces pueden retrasarse algunos días, esto no es inconveniente para el comprador (a menos que nos urja recibir ese producto antes de cierta fecha) y por supuesto no se echa a perder ni se daña.

Hace algunos días navegando en Internet me topé con un negocio súper novedoso dirigido a bebés y relacionado con la alimentación. Al ver las reseñas, a grandes rasgos identifiqué que el problema que tal vez no pareciera tan importante pero que es el MÁS importante, está relacionado con la cadena fría de suministro. Su distribución abarca otros estados de la República, pero se trata de un producto que viaja por paquetería tradicional y que además es perecedero. Estoy segura que en algún momento estos emprendedores lograrán resolver éste problema y su negocio va a escalar de una manera inimaginable (porque aún con está limitante la están rompiendo).

Luego pensé en las grandes pastelerías comerciales que envían sus pasteles en motocicleta y también en aquellos negocios similares a nosotros, que de plano han decidido mejor no incursionar en temas de logística y distribución de un producto sumamente delicado. Ambos casos son totalmente entendibles. En el primer caso se trata de productos hechos en masa, que requieren mantener rapidez y precios bajos en un mercado ultra saturado, vendiendo la mayor cantidad de producto posible; y en el segundo caso se trata de un tema que por increíble que parezca poco tiene que ver con repostería y mucho tiene que ver con trabajo (muuucho trabajo) para coordinar tiempos de refrigeración, tipo de empaque, tipo de embalaje, espacio requerido en el vehículo, rangos de horario para la entrega, tiempo de traslado, rutas, y un largo etcétera.

Hay personas que nos llegan a preguntar “¿Si lo pido hoy cuándo me llega?”, y aunque al principio pensaba que se referían al tiempo de anticipación con el que lo tenían que pedir, luego me di cuenta que algunos piensan que el producto se envía por medio de alguna paquetería. Esta pregunta va ligada a ésta otra: “¿Y sí llega bien?”.

El trabajo en la parte de producción es tan dedicado y lleva tantísimas horas de trabajo, que lo menos que queremos es que un pastel llegue deshecho. Es como tirar todo nuestro trabajo a la basura. A diferencia de los pasteles que se realizan uno tras de otro y que se pueden reemplazar fácilmente en cuestión de minutos.

Todos nuestros pasteles son diferentes entre sí, llevan una serie de características individuales. Si a esto le sumamos que es un producto perecedero, delicado, con dimensiones específicas, y que debe llegar en buenas condiciones, dentro de un rango de horario estipulado, cada uno con un destino distinto (dentro de CDMX y Edo Mex) toda la ecuación cambia.

Definitivamente hay una gran labor detrás del envío de un pastel, y con cada pedido se adquiere una nueva experiencia. 

Cuando alguien paga el envío de su pastel, nosotros nos comprometemos a entregarlo en buenas condiciones. A cuidar la manera en que manejamos, y a solicitar la firma de la persona que lo está recibiendo.  También estamos capacitados para responder ante incidentes vehiculares, manteniendo la comunicación tanto con el cliente como con producción, a fin de tener opciones para la resolución del problema.

Como podrás ver en todos los ejemplos anteriores, la Logística de Envíos es todo un tema, y no se debe tomar a la ligera. De nada sirve pagar un pastel si no vas a tener la seguridad de recibirlo. 

Si trasladarás tu pastel a otro sitio, no olvides seguir nuestras recomendaciones y recuerda que una vez que ha sido entregado pasa a ser tu total responsabilidad. Por ello recuerda nunca llevarlo en moto, sino en la parte con menos vibración de un automóvil que suele ser a nivel del piso del copiloto (nunca en la cajuela).  Si lo llevarás lejos no olvides leer nuestras recomendaciones para viajes: https://pastelespersonalizados.mx/pages/recomendaciones-en-traslados-largos?_pos=1&_sid=070a69534&_ss=r

Si no sabes qué cuidados debe tener tu pastel también te dejo este link: https://pastelespersonalizados.mx/pages/como-cuidar-este-bello-pastel?_pos=4&_sid=c89fe6e41&_ss=r

Recuerda que NO hacemos envíos a zonas montañosas, calles empinadas o de difícil acceso por seguridad del producto.

Gracias por leer hasta aquí, un abrazo!